miércoles, 22 de marzo de 2017

Los Estados De Ánimo; Como Siento y Observo El Mundo

En una ruta especifica que tomo de camino a casa desde el trabajo o viceversa, desde algún punto de la ciudad hay una rutina; esta se encuentra implícita en el recorrido así como el paisaje que contemplo, con unas vistas específicas; casi, de forma obligada, las posibilidades de ese paisaje especifico parecen ya definidas, y como si no fuera responsable de este recorrido, de la ruta que tengo para ir y venir, estoy ahí, voy por ella, salvo que la modifique un agente externo, no se ve otra cosa en el recorrido que ese paisaje.

Así como el discurrir de esa ruta, había pasado mi vida pensando que no tenía otra vista diferente del camino de mi vida, que el paisaje que tenía era fijo, ya definido, y que lo que había pintado en mi mente gracias a lo que veía del camino, sería lo que definiría mi desarrollo como persona en sus diferentes dimensiones.

Mi manera de juzgar y calificar el mundo o mi relación con él, habían sido enfocadas desde unas perspectivas definidas por la manera en que desarrollé mi mis relaciones en diferentes escenarios y así construí como era yo, según en los escenarios y paisajes de la vida que había recorrido. Vine a entender en este proceso de coaching, que esa manera de ser la había creado desde un estado de ánimo, el cual lo entiendo y concibo teórica y en forma de experiencia, como esa emocionalidad que sin percatarme me venía acompañando en forma permanente en diferentes escenarios de mi vida; como ese camino o ruta que solo te permite ver el paisaje de la vida de una manera en sus diferentes matices pero desde los mismos puntos del recorrido.

Gracias a este proceso vine a ser consciente de ello, razón por la cual hoy escribo al respecto; en el entendido que ser consciente es darse cuenta de una realidad, de una situación o evento, que se mira desde otra perspectiva; al escribir sobre ella, se da testimonio de que es, que existe y que en este momento puede mirársele y hablar de ella; ahora bien, al trascenderla, la ruta de mi ser como persona y mi camino de vida comienza a verse desde otro punto de vista, es más, se puede modificar y muy seguramente puede surgir la pregunta: ¿si la ruta cambia, también lo hará el paisaje? ¿Qué posibilidades de acción se abren o se cierran para mí?, en ese momento estoy creando condiciones nuevas para aquellas posibilidades y esa nueva forma de ver y vivir el recorrido de la vida y de la persona que puedo ser.

Los estados de ánimo son como esa ruta, por la cual uno va por la vida, haciendose cargo y resolviendo sus desafíos y retos, asi, de la misma manera, generando un filtro en como sentimos y observamos la vida, con qué emotividad entramos en esos desafios, y como encaramos el vivir; este concepto que defino ahora, es nuestro observador, la forma en que nos paramos y vemos el mundo y hacemos sentido para vivir; al cual le asignamos unos anteojos desde la emoción que son esos o mejor, ese estado de ánimo propio, generando así, posibilidades de acción o cerrándolas; ese observador, que casi es imperceptible para cada quien, cuenta con una estructura, la cual se desarrolla en tres dimensiones o dominios, su emoción, su lenguaje y su cuerpo, (de esto hablaremos luego, por ahora quiero enfocarme en ese estado de ánimo, en las emociones, que me hace ver posibilidades o no verlas).

Este estado de ánimo en que vivimos, contribuye enormemente a la manera en que vemos el mundo, me atrevo a decir que desde la emocionalidad desarrollamos diferentes miradas de nuestra realidad y componemos el mosaico de nuestra vida, desde allí generamos un campo para pensar y sentir en el momento que actuamos frente a nuestras situaciones y retos; dentro de este contexto, veo ahora la trascendencia y la naturaleza estructural de los estados de ánimo para nuestras posibilidades de actuar y de ser, ya que estos, “viven en el trasfondo desde el que actuamos”, estos definen nuestra forma de estar y de pararnos en la vida, y muy curiosamente como nacemos y vivimos una experiencia en diferentes sistemas de relaciones y vida, los cuales, como creación humana tienen también un estado de ánimo propio, llegamos a compartirlos “se nos contagian” adquirimos ese estado de ánimo.

En el momento en que nos “damos cuenta” comprendemos que hemos vivido en un estado de ánimo y que también podemos crear otros estados de ánimo adecuados para nuestros propósitos y sueños; es más, que podríamos estar viéndolos solo cuando los hemos cambiado y que ser conscientes de esa nueva forma de experimentar la vida desde la emoción, impacta directamente en nuestra relación con la acción; porque es importante eso? Pues así, lo dije antes, el leguaje el cuerpo y la emoción guardan una coherencia en como somo y actuamos, dentro de nuestro observador; a partir de esa relación y coherencia que guardan, tienen posibilidades de reinterpretarse para influir en cada uno de ellos desde la articulación de los otros dos; esa propiedad de reinterpretarlos nos abrirá y creara posibilidades de ver nuestra forma de ser en forma alternativa y más allá: Evolutiva, transformable, plástica, si puede llamársela.

Con base en estas características y posibilidades podemos influir en rediseñar conversaciones, recrear momentos desafiantes o retadores para trascenderlos reinterpretar el pasado y construir en nuestra manera de expresarnos, una imagen del mundo y de los otros seres, de una realidad propia frente a la cual podemos construir una respuesta autentica de quiénes somos en forma edificante y ética conmigo para nuestra evolución como personas y grupos humanos.

Luego hablaremos de los estados de animo específicamente de cada uno.




Fuentes bibliográficas, Rafael Echeverría P. Ontología del Lenguaje, Granica Buenos Aires, 2015 16ª impresión.

miércoles, 15 de marzo de 2017

Coaching Ontológico Creación de un Nuevo Ser

En mi proceso personal, que podría decir del coaching ontológico? 

Para mi fue un proceso de transformación personal, al cual llegue en un momento de mi vida en que comencé a tener una inquietud, una inconformidad con mis resultados, una búsqueda de camino y de sentido en la concreción y en la practica para concebir mis propósitos superiores en mi realización personal, una migo me llevo a este aprendizaje, hoy le agradezco enormemente, pues esto cambió mi vida; ya que en algún momento de ese inicio, interpretaba mi pasado como una historia en la cual perdí los mejores años de mi vida trabajando quizás en la senda equivocada, o mejor de la forma equivocada, pues esa historia que cree me llevo a ser lo que soy y reinterpreto ahora mi pasado y enfoco un presente creador. 

Llegué a esta disciplina, sin prejuicios, pues ya estaba en la senda de buscar algo que me reorientara en la concreción de la generación de sentido y camino a mi realización; esta escuela me pareció muy rigurosa y muy ética, con total cuidado y respeto por el ser humano, eso fue lo que más me atrajo y convenció, y así, en este proceso, pude llegar a recrear un sentido de vida, a aceptar e interpretar de otra manera mi pasado y a conocer una comunidad de aprendizaje centrada en el ser y en las personas con respeto y amor incondicional, que se apoyan y promueven en la realización de los sueños de cada persona. 

Hoy veo que hay mucho camino por recorrer, hoy comienza una senda de trabajo de transformación y de crecimiento en todos los aspectos, mi pensar y actuar están mas enfocados y si doy testimonio de un proceso de transformación, el simple hecho de poder reportar y concretar desde mi mirada estas ideas, me dejan satisfecho, así como estar en proceso de mejorar aun mas mi relación con mis dos hijos, Juliana y David, y con mis demás seres amados. Grandes lecciones y camino de transformación personal es lo que significa para mi esta disciplina, de la cual me he enamorado por todo lo que fue esta experiencia.  Puedo decir que entre los mejores coaches están los coaches ontológicos. 


Un Marco de búsqueda de sentido.

Un coach ontológico apoya en diversas dimensiones básicas del ser humano para enfrentar y hacerse cargo de la generación de aprendizajes sobre el sentido que este da a su realidad, quizás una nueva mirada que configura un cambio edificante y trascendente de su propia forma de ser; así, tanto en lo personal como en lo profesional, El coaching ontológico apoya procesos de aprendizaje transformacional para lograr más efectividad y bienestar, liberando nuestro potencial de transformación y de acción frente a las situaciones que nos desafían.

Mi Concepto.


Esta es una disciplina que se desarrolla en un espacio ético emocional y se enfoca en la comprensión de la forma como el ser humano percibe y actúa frente a una particular situación de la realidad que vive, a la cual no sabe cómo hacerle frente con sus forma de ser y actuar, permitiéndo a este, encontrar en la interacción, una nueva forma de ver su realidad, de verse en sus dimensiones emocional, de lenguaje y su corporalidad, así pues, le permite a las personas, integrar a sus conversaciones y acción un valor transformador, ampliar el enfoque y perspectiva de su forma de ser y actuar.

Fuentes bibliograficas: Rafael Echeverría Etica y Coaching Ontológico. Ediciones Granica 2011 
Argentina. y la mas importante, la experiencia del hacer y la vivencia de la transformación.